ORACIÓN
CONFESANDO MI DEPENDENCIA DE DIOS
Querido Señor:
Debo confesar, aunque sé que tú lo sabes muy bien que
a veces he querido abandonar, dejarlo todo, salir corriendo y no pensar en
nada.
Sin embargo cuando me detengo a meditar y dejando a un
lado ese impulso absurdo de precipitarme a tomar decisiones que pueden
repercutir en mi vida de manera negativa, llego siempre a la misma conclusión.
¡No sé vivir sin ti! Porque tú estás adherido a mí mucho más que mi
respiración, que mis células y que cada parte de mi cuerpo.
No logro imaginar ni cinco minutos lejos de ti, sin tu
presencia en mi vida. Tú lo eres todo para mí, tú llenas todo y completas mi
ser. Creo que mi existir no valdría la pena si tú no estuvieras aquí, junto a
mí. Sería esa ave aprisionada que enjaulada clama por su libertad o ese siervo
sediento que brama con desesperación para que tu sacies la sed que mi corazón
puede llegar a sentir.
Porque siempre ando planeando qué hacer con los
talentos que has depositado en mis manos. Porque mi estilo de vida solo te
conoce a ti y más que por costumbre, sé y estoy convencido que si tú no fueras
esa parte tan esencial, que si mi alma no te hubiera conocido, yo andaría
triste y errabundo por ahí. Sin ton ni son, a la deriva, porque todo lo bueno
que hay en mi vida es porque proviene de ti.
Sea cual fuere la situación hay algo que tengo por
cierto, es mi convicción, por tanto estoy seguro de que tú me vivificarás y me
sostendrás. Me llevarás más lejos de lo que puedo imaginar, me mostrarás las
grandezas en la morada secreta de mi comunión e intimidad contigo. No debo
temer porque tú estás cerca de mí, vas caminando paso a paso conmigo. Tu gracia
por siempre me ha sostenido.
Señor, es que no hay nada fuera de ti. El mundo pierde
sentido y color, las flores su gracia y elegancia, el sol y la luna dejarían de
engalanar el firmamento, porque si puedo apreciar tanta belleza, es porque lo
más bello que tengo en este mundo se puede resumir mencionando tu nombre. Tú
eres superior a todo. En ti aferro mi fe y confianza porque si hay alguien que
no falla, ese precisamente lo eres tú. Solo quiero pedirte desde lo más
profundo de mi alma, que nunca tu Espíritu se aparte de mí. Yo vivo ligado no
por imposición si no por voluntad a ese amor que solo tú sabes dar. Mi ser en ti
tiene contentamiento, eres mi descanso y mi paz.
Y desde el rincón más hondo y oculto de mi vida,
quiero pregonar una vez más que tú eres el dueño de todo mi corazón y la verdad
más real y transparente que en mí pueda haber. Yo tengo necesidad tan solo de
ti. Tus palabras me reconfortan, se hacen real en cada respiración.
¡Oh mi Dios
en ti me refugio y estoy seguro! Por el amor que declaras a este tu siervo
nunca jamás me desampares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario